jueves, 31 de marzo de 2011

Mi tumba

Mi tumba es un lugar cambiante. En ocasiones la encuentro cálida, mullida; un refugio a prueba de toda inclemencia del exterior. Otras, las más de las veces, se convierte en un pozo frío, lúgubre, de oscuridad sin fondo, que roba el aliento. Dentro de este abismo, los ojos no sirven de nada, y los oídos sueñan voces azules. Una de ellas, la mía, intenta destacarse, servir de guía, pero confieso que resulta difícil poder distinguirla. Entre ecos, susurros, ensoñaciones y recuerdos que cruzan esta oscuridad, el tiempo se desgasta, y olvido, por momentos, cómo mi tumba se corroe en su fricción hostil con el mundo. ¿No es esta negritud interna un universo aparte? ¿No nacen estrellas y mueren mundos? ¿No es un reflejo del cielo nocturno? Solo, siempre solo en medio del eterno infinito. Un infinito de uno, espacio para toda soledad y ninguna compañía. No puedo moverme pese a que nada me lo impide. En este espacio cerrado no hay distancias, ni metas; en su lugar flota una espera, que con todo y con nada se llena. Aquí encerrado construyo la realidad ¿Así vive Dios? ¿Consigo en su locura? Enterrado en la tierra roja de mi cuerpo, mi voz es el rumor de un río subterráneo que fluye sin pausa. Sobre la misma sangre se hunden palabras extrañas. ¿Es esta la vida de un muerto? ¿El sueño de un vivo? Mi mente es la canción de mil estrellas en esta helada noche de ataúd. Cada idea, un fulgor estéril. Cada emoción, un lamento. Todo es frío, no hay consuelo.

Miro fuera de mi tumba, por los agujeros cortados que me sirven de ojos.

La veo en el espejo y pienso: ¿Dónde iré cuando los gusanos te devoren?

Afeito con cuidado las mejillas de mi tumba.

¿Sabías que los muertos andan?

Listo, una vez más, para vagar por el inmenso cementerio del mundo.

Observo, hablo y trato con muertos, que con sus ataúdes marchan.

El sueño de la existencia torna en pesadilla de sangre oscura.


Sí, ya no me cabe duda
Mi cuerpo es mi tumba

jueves, 24 de marzo de 2011

El circo de los extraterrestres

Estaba cayendo la noche cuando se escuchó en el parque la voz de la directora del Instituto, llamando a los niños para que fueran a cenar, Felipe que era el más inteligente, le propuso a sus compañeros quedarse unos minutos más porque le llamó la atención una nube brillante, que parecía venir sobre ellos, cuando todos vieron que la nube venía cargada de grandes y pequeños monstruos que espantaba, corrieron a avisarle a sus superiores lo sucedido, mientras corrían los monstruos se les acercaban para hacerlos gritar cuanto fuera posible sin hacerles daño.

Toda la ciudad estaba llena de esos seres y las autoridades no podían controlarlos; Felipe estaba muy preocupado y empezó a investigar, pero no encontró nada que pudiera servirle, la noche llegó nuevamente y con ella un ejército de extraterrestres así les llamaban, todos los niños del Instituto estaban reunidos en el salón más grande, una de las maestras cuando vio los personajes tan extraños salió corriendo despavoridamente hacia el salón donde estaban todos los niños y al entrar se tropezó con una silla que le hizo pegar una caída estrepitosa la cual desencadenó la risa de todos los niños, e inmediatamente, los monstruos se volvieron payasos y siguieron haciendo reír a los niños. Felipe les preguntó que por qué se habían convertido en payasos si antes eran monstruos feos y horribles, entonces uno de ellos respondió, porque nuestro planeta se estaba debilitando y la única manera de reponer la energía era capturando los gritos de Ustedes, pera ya descubrimos que sus risas nos proporcionan el doble de la energía que necesitamos en nuestro planeta.

Desde entonces se ha dedicado a hacer reír a los niños para poder mantener su planeta.

miércoles, 16 de marzo de 2011

El aniversario

Esta historia me la contó una estudiante de catorce años en un arrebato de intimidad. El suceso lo vivieron sus padres, a los que llamaremos Angela y Martín (recuerdo sus nombres reales pero ya sabéis...)

Aquella noche Angela y Martín se acostaron como de costumbre. Martín se durmió rápidamente pero Angela tenía el sueño más flojo, de modo que cuando empezaron los arañazos ella los oyó y se puso alerta.

Lo primero que pensó al oir ruidos que no supo identificar debido al miedo, fue que habían entrado ladrones en la casa. Despertó a su marido sin abrir siquiera la luz y le pidió que escuchara y mirara a ver si había entrado alguien al hogar.

Martín se despertó, escuchó y dijo: "Son arañazos, será el perro".

Si apenas hacer movimiento encendieron la luz y vieron al animal dormido a los pies de la cama. No había sido él. Volvieron a apagar la luz pero esta vez se reanudaron los arañazos, y cada vez parecía más claro que se estaban haciendo en la puerta cerrada de la habitación.
Martín dijo en voz baja a Angela que igual era un ratón, y que si era así, lo pillaría, porque los ratones, al ver una luz, se quedaban inmóviles momentáneamente. Y lo hizo, pero la luz demostró que allí no había ratones. Despertaron al perro, que se puso nervioso.

Volvieron a hacer otra prueba y cada vez que apagaban la luz se escuchaban los rasguños sobre la madera de la puerta. Martín decidió abrir la luz y levantarse y, con bastante miedo, según confesaría, se dirigió a la puerta, la abrió y miró ceñudamente a ambos lados. Nada.
Se dirigió hacia la cocina con Angela siguiendo sus pasos. Pensaban en los niños, no querían que se despertaran e intentaron caminar en silencio.

Al llegar a la cocina Angela tuvo un pálpito.
- ¿Qué día es hoy, Martín?

Martín le dijo la fecha exacta.
- Es el aniversario de la muerte de mi madre!. -Exclamó ella.

Angela encendió una vela y rezó y prometió a su madre que por aquel olvido le haría una misa especial para ella. El resto de la noche no se escuchó ni un rasguño más.

FIN

martes, 8 de marzo de 2011

La muñeca asesina

Ana apretaba la mano de Geraldo mientras sentia que la vida se le iba lentamente. Sus inmensos ojos verdes estaban llenos de lagrimas, su mayor preocupacion era su hija Sasha, que quedaria desamparada cuando ella ya no estuviera en el mundo.
-Prometeme que la cuidaras como si fuera tu propia hija- le dijo entre sollozos- Perdoname Geraldo, se que debi haberte correspondido pero nunca pude verte como mas que un hermano..
Geraldo seco sus lagrimas y le dijo.
-Te juro que cuidare a tu hija como mia propia, te lo juro por mi vida.
En ese instante entro el doctor a ponerle la inyeccion que le ayudaria a soportar el dolor tan horrendo que sentia. Despues de inyectarla, Ana se quedo dormida y Geraldo salio de su habitacion.
La pequena Sasha jugaba con su perrito Max ajena a lo que estaba pasando a su alrededor. Geraldo se sento en silencio con las manos cubriendole el rostro para poder llorar. Ana, la mujer que mas amaba, se le iba y nunca mas la volveria a ver.
-Ayudame Dios mio- suplico- Haz un milagro, su hija la necesita...
Pero el milagro no podia suceder, en ese instante, el medico lo llamo para decirle que Ana acababa de morir.
Despues de la muerte de Ana fue algo dificil para Geraldo obtener la custodia de la nina, pero Emilio, el padre de la nina, un ser ambicioso sin escrupulos se la entrego por una fuerte suma de dinero. Pronto Geraldo tuvo a Sasha en su custodia y tal como le prometio a su amada la cuido como un verdadero padre.
Sasha iba creciendo convirtiendose en una nina muy linda igual que su mama.
Cuando la nina tenia 8 anos de edad, Geraldo decidio que era hora de casarse, queria que la nina tuviera una figura materna, una persona que la quisiera como a su propia hija. Fue asi que decidio casarse con Mariela, su secretaria, pensando que ella seria la madre perfecta para su adorada hijita.
Mariela era una mujer ambiciosa y cruel, odiaba a la nina porque sabia del amor que Geraldo sentia por Ana, y veia en la nina un extraordinario parecido con su madre, por eso la odiaba sin compasion. Delante de Geraldo la trataba con dulzura maternal, pero cuando el se iba a su negocio, Mariela aprobechaba para tratar a la nina como una sirvienta, obligandola a hacer toda clase de trabajo pesado, humillandola, golpeandola y muchas veces hasta la dejaba con comer. La nina le tenia terror y por miedo callaba los malos tratos de su vil madrastra.
Una tarde, Gerardo se le presento un negocio muy importante en el Medio Oriente, donde unos arabes querian comenzar a ayudarlo a expander su negocio por muchos paises. Geraldo tenia que viajar y estaria alli por espacio de 5 dias.
Con profundo pesar Geraldo se lo dijo a su esposa. Mariela vio que esa era la oportunidad indicada para desahacerse de una vez por todas de la nina y lo insto a que viajara solo. Geraldo se despidio de Sasha y le prometio que a su regreso le traeria un lindo regalo.
La nina se quedo llorando al verlo partir, como si presintiera que aquella era la ultima vez que lo veria. En efecto, una vez que Geraldo se marcho, su malvada madrastra comenzo su malevolo plan. Obligo a la nina a salir desnuda a la nieve y alli la dejo morir de frio. En pocas horas la nina murio, Mariela coloco su cuerpo en un saco y lo enterro en el patio de la casa. Estaba feliz, cuando su esposo llegara le diria que la nina habia sido secuestrada e inventaria una serie de cosas para que este creyera que asi habia sido. Acostumbrada a mentir sin problemas Mariela sabia que nunca se podia descubrir su horrendo crimen.
Lejos de alli en el Medio Oriente Geraldo cerraba un gran negocio y ya estaba listo para volver a casa.
La noche antes de partir se recordo que le habia prometido a su hija un regalo de alli. Con prisa se vistio y salio a caminar en busca del regalo perfecto.
Camino por un lugar donde estaban los mercaderes vendiendo diferentes cosas, habia de todo, joyas, ropa, juguetes, telas, etc...Geraldo caminaba en silencio entre la multitud sin saber a ciencia cierta que era lo que queria comprar. De repente, sus ojos se posaron en aquella tienda del mercader y su corazon comenzo a latir de prisa. No podia ser cierto lo que estaba viendo, alli en aquella tienda habia un maniqui, un maniqui identico a su difunta amada Ana. La muñeca alta y delgada, de grandes y vidriosos ojos verdes, parecia mirarlo tambien y Geraldo sintio que Ana lo estaba mirando exhortandolo a que la comprara.
Como movido por un iman se acerco a la tienda y le pregunto al mercader.
-Cuanto cuesta esta muñeca?
el mercader lo miro sin entenderlo.
-Senor- le dijo- esa muñeca maniqui no esta en venta, es solo para anunciar mi mercancia..
Pero Geraldo saco un monton de dinero de su bolsillo y lo puso en sus manos.
-Vendamela, pago lo que sea....
De camino a su pais Geraldo iba feliz, junto a el en el vuelo llevaba la muñeca y la contemplaba con ternura y sorpresa a la vez. Parecia tener a Ana delante de el nuevamente y su felicidad no tenia limites.
Cuando llego a su casa feliz por mostrarle a su hija la muñeca, encontro a Mariela llorando angustiada.
-La nina fue secuestrada- le dijo entre sollozos- un grupo de hombres armados se la llevaron, reporte a la policia pero...
Geraldo se volvio como loco, no podia ser posible, salio como un loco tomo su auto y se marcho a la estacion de la policia donde Mariela claro esta habia echo la denuncia del secuestro.
Mariela sonrio y cuando iba a subir a su habitacion se quedo petrificada. Ante ella envuelta en una tela de seda estaba aquella muñeca. Cuando Mariela la miro la sangre parecio congelarse en sus venas. El recuerdo de Ana vino a su mente.
-Dios mio- dijo asustada- esta muñeca tiene el mismo rostro de esa mujer...
Llena de miedo subio las escaleras rumbo a su habitacion...
Las horas pasaban y su esposo no volvia. La noche estaba llegando, Mariela no sabia que hacer, no sabia por que sentia tanto miedo...de repente, sintio pasos en la escalera, unos pasos firmes, de pie delicado, de tacones, no, no era Geraldo, era alguien mas, era una persona con tacones, de caminar erguido y firme, quien podia ser?. Mariela se levanto de la cama, cerro la puerta con cerrojo y grito.
-Quien es? quien esta ahi? vayase o llamo a la policia...
No hubo respuesta, los pasos se acercaban mas y mas. Mariela puso un mueble para cubrir la puerta..comenzo a escuchar el llanto de la nina, la voz de Sasha pidiendole que le abriera la puerta..
-Tengo frio Mariela, tengo frio decia la voz, si era la misma voz que habia escuchado aquella noche en que dejo que la nina muriera congelada en el patio de la casa...
Mariela se tapo los oidos para no escuchar mas, la voz de la nina se confundia con la voz de Ana que le gritaba Asesina!!!...Mariela comenzo a gritar desesperada aferrada a la puerta...
Cuando Geraldo volvio en la madrugada, encontro a su esposa muerta en el piso de la habitacion, habia sido degollada con una navaja y junto a ella, tirada en el piso, con los ojos vidriosos mirandolo fijamente y en los labios lo que parecia ser una sonrisa triunfal estaba la muñeca...