miércoles, 27 de junio de 2012

El perro

-comprame un perro mamá-repetia una y otra vez la dulce voz de sahara.
-ya te dije que no hija,es mucha responsabilidad para una pequeña niña de tu edad-

La pequeña no se rindio y siguio tratando de convenserla,despues de una semana,la mamá por fin llevo a sahara a la tienda de mascotas.Ningun perro paso desapercibido por su mirada y por fin sus ojos se posaron en uno de ellos con pelo negro y ojos color cafes.parecia tener 6 meses y no tenia raza.
-este mamá,este me gusta-
Su mamá vio al perro al notar que este la miraba fijamente,le parecio ver que sus ojos se transformaban en color rojo,cerro los ojos fuertemente y cuando los volvio a abrir los ojos del perro estaban en su color natural,sin embargo no le dio mucha confianza.
-¿esta segura hija?¿no mejor quieres aquel?-dijo la madre señalando a otro cachorro de color cafe en la jaula que estaba a 2 metros de distancia.
-segura mamá...este me gusta mucho-
La madre no quiso dejarla desilusionada y termino por comprarlo.dejo a su hija sola en la casa con el perro y fue al super a comprar todo lo necesario,la niña fue a su cuarto a jugar con su perro.Alguien toco la puerta y la niña se asomo,era una de las vecinas que venia a visitar a su madre y traia un pequeño french poodle de 1 año que estaba bien adiestrado.
-Buenas tardes señora Elsa,mi mamá no se encuentra regresa como en 10 minutos-
-Esta bien pequeña-
En eso el perro se asomo y el poodle le empezo a ladrar amenazante.
-Quieta lili quieta-dijo la señora Elsa-que raro,antes no hacia eso aunque fueran perros extraños-
el perro ladro tambien y en ese momento...como si el poodle hubiera visto un fantasma,rompio su correa y salio corriendo...al llegar a la puerta de su casa empezo a rasguñarla queriendo entrar.
-ahora vuelvo-dijo la señora.fue a su casa y al abrir la puerta el poodle se metio como cohete,subio las escaleras y se escondio debajo de la cama y la señora Elsa no pudo hacer nada para sacarlo.
-cielos nunca había visto que lili se asustara tanto-dijo sahara.
El perro comenzo a gruñir...despues ladro fuertemente como si tuviera rabia,Sahara se espanto y lanzo un grito,el perro se puso mas nervioso aún y empezo a saltar alos mubles y tirar todo,luego se le acerco a la niña,la niña lanzo otro grito al ver que los dulces ojos cafes del perro ahora eran rojos
-¿que te pasa en los ojos?-
El perro se lanzo contra ella sin importarle los gritos de dolor que hacia la niña por sus mordidas,unos vecinos la oyeron y fueron a ver que pasaba,el perro lo presintio y salto por la ventana y callo al piso sin señales de vida.
cuando los vecinos llegaron vieron al perro tirado y con sangre en el lomo,uno de ellos dijo de seguro se logro meter alguien y ataco a la niña y tiro a su perro por la ventana,llego su madrey pregunto que era lo que pasaba,entraron y en el piso yacia la niña tirada con varias heridas,algunas de esas heridas el perro le había arrancado la piel,las heridas eran tan fuertes que no parecian mordidas de perro,y menos de un perro de 6 meses,La madre grito,y llevaron a la niña junto con el perro al hospital.
La madre espero horas hasta que el doctor salio para informarle que la niña habia muerto y que solo el perro habia sobrevivido.Lamadre lloro abundantemente.Despues quizo ver al perro,ya que ella creia que el perro trato de defenderla y por eso lo habian lanzado a la ventana.
-quiero agradecerte por tratar de salvar a mi hija,yo se que...-allí paro la madre al notar que el perro la volvia a mirar fijamente con los mismos ojos rojos y empezaba a gruñirle.cerro los ojos y esta vez...al abrirlos...los ojos tenian el color rojo brillante...

jueves, 21 de junio de 2012

La esposa rana

Mukashi, mukashi había un joven granjero que trabajaba muy duro desde
el amanecer hasta la noche y cuando empezó a acercase la edad para
casarse no pudo evitar el preguntarse si podría llegar a encontrar una
mujer, puesto que su trabajo no le dejaba tiempo para nada, además, su
esposa debía de compartir esa vida de trabajo.

Al poco, un vecino le presento una preciosa joven alegre y muy
trabajadora. Pronto se casarón y durante 13 años vivieron una vida de
agradecido trabajo y felicidad.

Un día su esposa le pidió permiso para regresar sola a su casa durante
unos días para poder asistir al funeral de su padre, el no tenía ninguna
razón para negarse pero le empezó a preocupar la idea de que ella
quisiera ir sola. ¿Por qué no quiere que conozca a su familia? ¿Se
avergüenza de ellos o… de mí? Estas preguntas invadieron el pensamiento
del granjero hasta la partida de su esposa, al día siguiente. Cayo en la
cuenta de que ella nunca había contado nada de su familia y que no
sabía nada de su pasado. Por todo esto, el granjero, decidió seguirla
para poder hallar una respuesta a sus dudas y temores.

Comenzó a viajar en una extraña dirección, no había ninguna casa o
aldea por aquel sitio al que se pudiese llegar en “unos días”. Al llegar
a un campo de arroz se detuvo y mientras, su marido le observaba
escondido, dio un salto y desapareció en el aire. Lo único que se pudo
ver fue algo pequeño y verde cayendo al agua en donde estaba su esposa,
muy asustado salio corriendo a buscar pero solo encontró unas cuantas
ranas croando.

Después de un rato oyendo el croar de las ranas y cansado de esperar,
lanzo una piedra al campo de arroz. Inmediatamente el croar de las ranas
paro y, por alguna extraña razón, una sensación de pavor recorrió el
cuerpo del granjero que empezó a correr hacía su casa.

Al anochecer, su esposa llegó a casa y el le preguntó que si había
pasado algo, que porque volvió tan pronto. Ella contesto que durante el
funeral, una piedra cayó del cielo golpeando e hiriendo al sacerdote por
lo que se tuvo que cancelar. Más nervioso incluso que antes el marido
le confeso todo a su esposa, que le siguió y que lanzo la piedra.
Ella muy entristecida le pregunto si eso era verdad y al responder su
marido afirmativamente abrió la ventana y de un saltó salio por ella
cayendo al suelo transformada en rana. Cuando el granjero quiso salir
afuera, ella había desaparecido y nunca jamás volvió a verla.

jueves, 14 de junio de 2012

El canto del diablo

Nuevamente el motor del auto comenzó a tener problemas. Esta vez Wilmar conducía de noche por una carretera apartada de todo.
El vehículo empezó a andar a tirones hasta que se detuvo completamente. Wilmar recostó la cabeza en el volante. - ¡No, me hagas esto ahora, en medio de la maldita nada!
Después levantó la cabeza, respiró hondo y buscó la linterna. Al salir cerró la puerta con rabia.
Antes de abrir el capó iluminó los alrededores. Estaba rodeado de bosque. Los árboles se agitaban con furia, crujían y rechinaban mientras soportaban un viento frío que pasaba gimiendo como un ente rabioso. Miró hacia arriba y vio que unas nubes blancas cruzaban velozmente sobre una luna delgada.
Al examinar el motor enseguida identificó el problema, cuando creyó haberlo reparado lo probó; funcionaba.
Fue a cerrar el capó y, apenas lo bajó escuchó algo. Se le erizó la piel y empezó a girar apuntando la linterna hacia donde volteaba; no identificaba de dónde venía el sonido, que parecía ser el canto de unos niños.

Al iluminar una porción de bosque los vio. Eran tres niños pequeños vestidos de blanco. Caminaban rumbo a él tomados de las manos. Sus caras eran normales, pero sus sonrisas eran por demás diabólicas, y sus miradas delataban una gran malicia; no eran niños.
Wilmar subió al auto y arrancó. Vigiló el retrovisor por un buen rato pero no volvió a verlos; mas en su mente se seguía repitiendo la canción. Trató de pensar en otra cosa, de sacársela de su cabeza, cada vez la escuchaba más fuerte. No entendía lo que decía, eran palabras en un lenguaje que no conocía, pero estaban allí, taladrando su mente, volviéndolo loco.
Súbitamente se le ocurrió una idea. Frenó el auto y buscó en la guantera.
¡El revolver! ¡Con el ruido que hace tiene que parar ese canto infernal! - deliró Wilmar. Se recostó el caño a la cabeza y se disparó.

viernes, 8 de junio de 2012

El emisaio del diablo

El calor de la tarde era abrumador, por lo que la cantina del viejo y polvoriento pueblo de “La Soledad” se encontraba hasta el tope, todos los hombres estaban ahí -no cabía un alma más- Una destartalada pianola amenizaba la tarde con un ritmo monótono, que en realidad a nadie le importaba. Después de algunos tragos, poco o nada importaba. Lo importante era seguir disfrutando la efímera sensación de la frescura de una cerveza bien helada y la compañía de los amigos de toda la vida, que en ninguna otra parte podrían tener.
La noche fue arribando entre risas, chistes y uno que otro conato de pleito campal. Para las 11 de la noche, la mayoría de los parroquianos se habían retirado, por supuesto, dando tras pies y donde más de uno mordió el polvo. En un rincón de la barra se encontraba Chacho, un joven regordete, que desde niño acompañara a su difunto padre a la cantina dizque “para que se hiciera hombre” ahora prematuramente envejecido por el abuso del alcohol, lastimosamente mendingaba una copa de tequila, pues –como siempre- no contaba con un centavo para seguir tomando, ya que el poco dinero que le sacaba a su madre, no era suficiente para sus largas rondas de bohemio.

domingo, 3 de junio de 2012

Cuento corto de terror

Despierto después del tremendo choque entre
los restos retorcidos de mi cohe. Sobre mí se
inclina Frank, mi amigo de la infancia, tratando
de reanimarme.
-Pero Frank -murmuro débilmente-, si tú estás
muerto...
Frank me responde con amable embarazo:
-Y tú también.