domingo, 3 de junio de 2012

Cuento corto de terror

Despierto después del tremendo choque entre
los restos retorcidos de mi cohe. Sobre mí se
inclina Frank, mi amigo de la infancia, tratando
de reanimarme.
-Pero Frank -murmuro débilmente-, si tú estás
muerto...
Frank me responde con amable embarazo:
-Y tú también.

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